lunes, 19 de diciembre de 2016

Combatiendo al Manual de la Buena Esposa #FeriaDeCiencias

Por Carolina Wild

Suena el timbre en la Escuela Secundaria República del Paraguay. Los alumnos y alumnas se acomodan una vez más para tener sus clases de Biología. La profesora prende el proyector y anuncia: “Vamos a empezar con la currícula sobre ESI”. Automáticamente, un alumno pregunta: “¿Y qué es ESI?”. “Educación Sexual Integral, temática de abordaje obligatorio para todos los niveles”, contesta de manera segura la docente. Murmullo continuo y disperso, risas entre medio y algunos chascarillos pueblan el aula del colegio de San Miguel de Tucumán.


“De todas formas, no vamos a ver absolutamente nada de lo que ustedes se imaginan”, anticipa “la profe” a sus alumnos y alumnas de tercer año mientras adecua el proyector. La secuencia de diapositivas, lejos de representar la picardía estudiantil, exhibe el célebre “Manual de la Buena Esposa”, de Raquel Bigorra Pérez.


Al terminar la presentación de las filminas, se dispone una

mesa-debate para discutir sobre lo que han visto. A algunos de los compañeros, en su mayoría varones, les parecen bien las imágenes compartidas: mujeres planchando, lavando, haciendo de comer y criando a sus hijos. “Sí, eso. Todo lo que cualquier buena esposa debería hacer”. 

No obstante, no sólo las chicas se disgustan ante la sesgada percepción. 


Otros compañeros exponen que así no debe ser entendida a la mujer, como un estereotipo mecánico que vive sólo para cumplir ciertos requisitos y actividades con el fin de ser 
calificada.

Así es como la concatenación de temas que surgen en la efervescencia de la conversación, deriva en un puntapié investigativo bajo el nombre de “Recorrido histórico en la lucha de las mujeres contra el pensamiento androcéntrico y por su incorporación a una vida social plena”, que describe el rol trascendental de la mujer en los procesos libertarios de construcción de la patria, como fueron los casos de Juana Azurduy, María Remedios del Valle, Machaca Güemes, Juana Moro de López, María Loreto Sánchez de Peón de Farías y Alicia Moreau de Justo.

Como conclusión, los jóvenes comprometidos con la temática pueden corroborar la presencia fundamental de la mujer en los procesos emancipatorios de nuestro país, así como el fortalecimiento de la figura de la mujer como protagonista preponderante en nuestra sociedad.